noviembre 18, 2024
ARTÍCULO
25N. RAZONES PARA ASIGNAR PRESUPUESTO A LA IGUALDAD Y LA VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES
Urge la atención integral a las víctimas de violencia y la participación de la sociedad civil
Magdalena Caccia y Laura Mercedes Oyhantcabal
Es necesario que las políticas públicas destinadas a la promoción de la igualdad de género incluyan en sus abordajes la identificación de los discursos antigénero y su posible impacto en la vida de las mujeres y disidencias.
En esta línea, corresponde fortalecer los mecanismos Insumos para el abordaje de la violencia de género y los discursos neoconservadores en políticas públicas y en la intervención social de respuesta institucional a la violencia de género, incluyendo la implementación de servicios de atención y protección a las víctimas, la promoción de una justicia con perspectiva de género, y la creación de mecanismos de denuncia y seguimiento efectivos.
De ahí la importancia de una asignación de recursos específica para una adecuada implementación y seguimiento de planes y/o proyectos que reconozcan las múltiples formas de discriminación y violencia que enfrentan las mujeres en situación de vulnerabilidad.
En esta línea, corresponde fortalecer los mecanismos Insumos para el abordaje de la violencia de género y los discursos neoconservadores en políticas públicas y en la intervención social de respuesta institucional a la violencia de género, incluyendo la implementación de servicios de atención y protección a las víctimas, la promoción de una justicia con perspectiva de género, y la creación de mecanismos de denuncia y seguimiento efectivos.
Dichas políticas deben considerar todas las manifestaciones de la violencia, entendiendo que las sociales, culturales, económicas y simbólicas suelen ser más invisibilizadas pero igualmente peligrosas.
En relación a esto, es necesaria la identificación de las principales barreras y desafíos para abordar la violencia de género en políticas públicas y en la intervención social, destacando las limitaciones estructurales, culturales, normativas y de recursos.
Para abordar la relación entre discursos conservadores y violencia se precisará revisar actitudes y conductas sexistas naturalizadas que puedan estar obstaculizando el ejercicio de derechos.
En esta línea, resulta imprescindible fomentar la participación activa de la academia, la sociedad civil, organizaciones de mujeres, grupos vulnerables y otros actores relevantes en la formulación, implementación y evaluación de políticas y programas relacionados con la violencia de género y los discursos conservadores, asegurando que sus voces sean consideradas en la toma de decisiones y la definición de acciones.
Por otra parte, igualmente importante resulta la promoción de la participación masculina en las diferentes etapas de las políticas, fomentando una masculinidad positiva, no violenta y promotora de la igualdad de género.
En síntesis, las políticas públicas deben incluir la prevención, a través de la promoción de una educación en igualdad de género; la atención integral a las víctimas de violencia, incluyendo servicios de atención médica, psicológica, social y legal; la persecución del delito y la sanción a quienes ejercen violencia; la promoción de la participación de las mujeres y disidencias en el diseño e implementación de programas y en los niveles de toma de decisiones; y por último, el fortalecimiento y control de las instituciones estatales encargadas del abordaje de la temática, incluyendo instancias de capacitación al funcionariado y la coordinación intra e interinstitucional.
Para cerrar este documento, quisiéramos enfatizar que la violencia de género constituye una violación de los derechos humanos y su erradicación no puede lograrse sin abordar las actitudes sociales que la niegan, la toleran o la justifican.
Resaltamos la importancia de adoptar una perspectiva crítica, basada en la igualdad de género, la no discriminación y los derechos humanos, en la elaboración e implementación de políticas y programas para abordar la violencia de género y los discursos conservadores.
Al mismo tiempo, hacemos un llamado a la acción y la colaboración entre diferentes actores, incluyendo a los gobiernos, la sociedad civil, las organizaciones internacionales y la sociedad en general.
Debemos ser Insumos para el abordaje de la violencia de género y los discursos neoconservadores en políticas públicas y en la intervención social.
SOBRE LAS AUTORAS
Magdalena Caccia es Licenciada en Ciencias Antropológicas por la Universidad de la República (Uruguay); Diplomada en Género y Políticas de Igualdad por la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO), Programa Uruguay; Máster en Género e Igualdad por la Universidad Pablo de Olavide (España) y especialista en Políticas de Cuidado con perspectiva de género por la Red de Posgrados de CLACSO.
Laura Mercedes Oyhantcabal es licenciada en Ciencias Antropológicas por la Universidad de la República (Uruguay). Con el apoyo de la Comisión Europea (Beca Erasmus Mundus) obtuvo sus títulos de magíster en Estudios de las Mujeres y de Género por la Universidad de Granada (España) y magíster en Literatura Moderna, Comparada y Poscolonial con especialización en Género por la Universidad de Bologna (Italia).