noviembre 5, 2024
ARTÍCULO
¿ESTADOS UNIDOS TENDRÁ POR PRIMERA VEZ UNA PRESIDENTA? MUJERES VOTANTES PODRÍAN SER LA CLAVE
Por: Arantza Díaz
Este martes 5 de noviembre dará por terminada la jornada electoral en Estados Unidos, un hecho que marca el rumbo de buena parte del mundo, por lo que los ojos de todas y todas están en la cobertura de esta contienda la cual podría darle a este país a su primera mujer presidenta, Kamala Harris tras 248 años de historia como nación o reelegir al republicano Donald Trump y aunque hoy las encuestas determinan «empate técnico«, podrían ser las mujeres quienes hagan la diferencia.
¿Por qué las mujeres han tomado un papel protagónico en estas elecciones?, aunque las opiniones son diversas y la preferencia electoral parece cerrarse con el paso de las horas, las mujeres entran al ruedo en estas elecciones siendo pieza clave por su alta participación democrática y también, como parte de una lucha por inclinar la balanza a favor de Harris.
De acuerdo con el Pew Research Center (septiembre, 2024), el 49% de las mujeres entrevistadas consideran que Kamala Harris hará las cosas mejor y sólo 2 de cada 10, refirió que empeorará el panorama. Los grupos que apuestan electoralmente por la demócrata tienden a ser mujeres, comunidad afro, hispana y población en situación de pobreza.
Estos datos esbozan una realidad importante para entender qué se está gestando en los Estados Unidos, pues mientras las mujeres apuestan por Harris confiando en sus habilidades, los hombres la consideran incapaz de liderar el país.
Esta misma encuesta refiere que sólo el 19% de los hombres confían en Kamala Harris, mientras que el 36% considera que hará todo peor. El número se mantiene casi igual (35%) cuando se entrevistó a hombres que habitan en zonas urbanas, mientras que la cifra se recrudece en zonas rurales (39%), siendo este grupo el que menor confianza tiene en la actual vicepresidenta.
¿Y del otro lado de la balanza? Consultando el margen de preferencia de Trump, se encuentra que las mujeres tienden a desconfiar con mayor incidencia del republicano; el 46% de ellas consideran que las cosas se harán peor y sólo 3 de cada 10 personas hispanas creen que su mandato será favorable.
El músculo trumpista está conformado por la comunidad blanca (sólo el 13% desconfía de él); el sector poblacional de clase alta con una preferencia del 67% y por supuesto, hombres -colectivamente-.
Esto pone en el mapa una disputa de corte en razón de género. Pues mientras las mujeres trazan en un 49% su preferencia por Harris, el 45% de los hombres lo hacen por Trump.
La respuesta a esta clara brecha es el trabajo que ha hecho Kamala Harris y la fuerte escuela progresista que ha trabajado desde hace algunos años.
Los puntos más sólidos de Kamala Harris en materia de género han sido sus poderosas inversiones para cerrar brechas específicas, como las digitales y la igualdad salarial.
Es conocida por impulsar el llamado Plan de Rescate, una clase de sistema de cuidados que tenía por objetivo apoyar a las mujeres trabajadoras tras la pandemia. Una de las maniobras más costosas en la historia de los Estados Unidos, donde se invirtieron mil 900 millones de dólares, la ayuda financiera más costosa desde el periodo de la Gran Depresión.
En su programa, Kamala Harris ofreció guarderías, centros de cuidado gratuitos, apoyos económicos y permisos laborales remunerados.
Por otra parte, una de las políticas donde se cimienta el trabajo de la actual vicepresidenta, es su lucha por mejorar los sistemas de salud, específicamente, en materia de derechos sexuales y reproductivos. Esto último, uno de los temas más importantes en la agenda feminista de los Estados Unidos y que bien podría ser su bastión que la impulse para ganar el voto de millones de mujeres.
De todas estas políticas favorables que ha realizado Kamala Harris se desprende un conjunto de datos importantes que refuerzan que el voto femenino en estas elecciones podría producir un giro de tuerca en el panorama republicano. Pues el 83% de las mujeres creen que las políticas de Harris harán las cosas mejor, en contraparte, sólo el 36% de los hombres piensan lo mismo.
Aunque Kamala Harris ha sabido hacer su trabajo para conseguir un mayor adepto de mujeres, -como por ejemplo, cuando emprendió una campaña en zonas rurales para convencer a las mujeres quienes, normalmente, son republicanas por tradición-, Donald Trump no se ha quedado atrás en esta lucha de género, según explica John Della Volpe de la Universidad de Harvard para la BBC, el candidato se ha dedicado a un nicho muy particular apelando a discursos como “no se puede decir esto o aquello sin que te digan machista u homófobo” y que, para muchos hombres jóvenes / adultos, este discurso ha resonado con fuerza; “son adoptados por el bros code” (código de hermanos o con unas gafas violetas, por el pacto patriarcal”.
Pero este efecto no sólo ha entrado en la mente de muchos hombres, sino también, de algunas mujeres, pues el republicano ha sabido golpear en uno de los puntos sociales más difíciles de derrotar: El rol de género. Esto último, se puede encontrar en cualquiera de sus discursos, el más reciente, en el CPAC 2024 donde infantiliza a las mujeres refiriéndose a sí mismo como un protector que cuidará de ellas, produciendo el aplauso de miles, especialmente, de la comunidad blanca.
“Votar por Trump se siente como una condena”: Mujeres latinas opinan
Desde los Ángeles, California, Erika se prepara para las elecciones presidenciales. Hija de inmigrantes mexicanos, la mirada -y el voto- es muy clara: Kamala Harris es la opción.
Con menos de 30 años, Erika comparte en entrevista que, entre sus allegados, quienes oscilan el mismo rango de edad, el partido demócrata lleva la delantera siendo el principal motivo de esta preferencia electoral las expectativas de tener a la primera mujer presidenta y también, la postura pro-aborto que la demócrata ha mantenido a comparación de los republicanos.
«Estamos emocionados de tener a una mujer presidenta (…) Trump pone en riesgo a la comunidad LGBT, a las mujeres nos quiere quitar los derechos a elegir qué pasa con nuestro cuerpo en caso de embarazo, también quiere quitarnos la nacionalidad a los latinos que nacimos de padres que no son de aquí; votar por Trump se siente como una condena para la comunidad latina», comparte.
Sucintamente, también explica que, aunque la preferencia republicana no se mueve entre su círculo social, reconoce que existe un músculo latino pro -Trump muy grande. Al cuestionarlo sobre cuál es su perspectiva sobre la comunidad racializada que mantiene firme su voto por Donald Trump, Erika refiere que, este fenómeno, es muy común entre las personas nacidas en los Estados Unidos y que no se identifican más con lo que atraviesa a la comunidad migrante.
«Votarán porque creen que todo lo que dice Trump no les afecta, cuando no es verdad. Honestamente, pienso que no se quieren reconocer latinos, es un intento por borrar su propia identidad latina, pero también, votarán por cuestiones religiosas que se alinean a las ideas conservadoras de Trump», explica.
Al momento de tocar los puntos débiles de Kamala Harris y su activa participación en la criminalización migrante durante el sexenio de Barack Obama, Erika refiere estar al tanto y de lo doloroso que resultaron las ofensivas políticas de los demócratas donde se aumentó un 83% la captura de migrantes centroamericanos según el Border Patrol Statistics. Por ello, más allá del discurso rosado de una primera mujer presidenta, Erika no pierde oportunidad para referir que, si bien su voto está en la urna demócrata, tampoco olvida «las cosas horrorosas que vivieron los niños migrantes» permitidas por el partido demócrata cuando Harris era fiscal general del departamento estatal más grande de Estados Unidos. Así, la entrevista se zanja con algo muy concreto:
«Estoy entre la espada y la pared, quisiera otra opción, pero votaré por ella porque será un voto menos por Trump and his stupid ideology»
Este testimonio se refuerza con el más reciente estudio de Gallup, donde se advierte que las mujeres jóvenes tienen posturas políticas más liberales y progresistas desde el gobierno de Donald Trump, lo que tiende a instarlas con mayor incidencia a votar por el partido demócrata con el objeto de tapar todo camino para el conservadurismo y nacionalismo de los republicanos. Aunado a esto, se unen otros fenómenos políticos como la erradicación de la Roe vs Wade, la fuerza feminista y el movimiento Me Too del 2017 donde muchas mujeres jóvenes encontraron un refugio por la defensa de sus cuerpos.
En la misma ciudad vive M.L, quien emigró a Estados Unidos hace 33 años junto a su hijo. A pesar de haber vivido más años en ese país que en el propio y trabajado de manera formal ocupando un cargo de dirección en una cadena de comida, su documentación recién entró en proceso y no podrá votar en estas elecciones presidenciales lo que produce una sensación de angustia.
«Como inmigrante que fui muchos años, Trump no tuvo compasión con nosotros y separó a muchas familias. Yo no votaría por Trump, yo no lo haría porque apoyo a la comunidad migrante y él ha sido muy discriminativo con nuestra gente, con nuestra raza», dice.
Sin embargo, al preguntarle sobre el panorama general entre la comunidad latinoamericana con quienes labora, explica que la disyuntiva es muy grande, particularmente, entre las personas adultas quienes vuelcan su apoyo a Trump.
Al conversar con una de las personas simpatizantes del partido republicano refiere que el motivo principal es la economía. Desde su perspectiva, hubo mucha estabilidad durante el mandato trumpista, los salarios rendían mejor y la calidad de vida era superior a comparación con la actual, -bajo el mandato demócrata-.
«El partido republicano nos tuvo mejor a como hemos estado ahorita con los demócratas, siendo honesta, la economía andaba por los cielos, todo está exageradamente caro, tanto que una cartera de huevos ha llegado a costar más de 10 dólares, la gasolina y todo lo básico está horrible caro. La economía con Biden es muy mala, mucha gente quiere votar por Trump por eso porque nunca nos tuvo en crisis», dice.
Al apuntar sobre otras materias como migración, derechos sexuales y reproductivos, la respuesta se cierra, señalando que la prioridad es vivir en un país más estable, siendo el argumento principal el temor de que Harris tenga la misma escuela de su par, Joe Biden, quien produjo crisis económicas y disparos en los precios de la canasta básica estadounidense: «Ya se perdió la confianza en los demócratas».
Por petición de anonimato, Cimacnoticias conversó con otra mujer quien reside en Houston, Texas desde hace 6 años. Comparte en entrevista que se siente aterrorizada porque las redadas migratorias se han recrudecido y al encontrarse en proceso para obtener sus papeles, la vulnerabilidad la ha alcanzado.
Al preguntarle sobre el panorama electoral, la entrevistada prefiere omitir su respuesta, explicando que las autoridades migratorias han desplegado operativos para capturar a las personas y confiscar sus teléfonos celulares. Ante esta incertidumbre, refiere que teme que puedan acceder a sus datos y opiniones, pues las autoridades indagan en redes sociales de personas migrantes con el objetivo de saber cuánto tiempo han estado de forma ilegal, sus empleos y cuánta información poseen para usarlo como prueba incriminatoria.
Con esta breve intervención, se esbozan una serie de vivencias atravesadas por necesidades diversas. Mientras que las juventudes anteponen políticas como el aborto, derechos de la comunidad LGBT y lo que representa tener a una mujer presidenta, otros sectores migrantes poblacionales tienen puesta la mira en Trump por temor a una economía endeble.
Por donde se mire, la realidad es innegable: Las mujeres mexicanas, centroamericanas y sudamericanas son una pieza clave en estas elecciones presidenciales. El voto de este sector tiene un inmenso poder transformador, mientras que la herida causada por la discriminación trumpista y republicana, se mantiene palpable para millones de mujeres trabajadoras que han luchado contra el racismo sistémico estadounidense desde hace décadas.
Las mujeres de la liberación feminista de 1960
Las mujeres mayores de 60 años en Estados Unidos tendrán un papel fundamental en las elecciones de este 2024 porque ellas fueron testigas de cómo los derechos de las mujeres fueron menguando en las últimas décadas tras su lucha en décadas pasadas.
Hay que recordar que en 1960 algunos países del mundo se sumaron a una ola feminista, entre ellos, Estados Unidos, donde las mujeres exigían no solo la liberación sexual, sino garantía de derechos en igualdad con los hombres.
Desde luego que esta no fue la única revuelta social, la población afrodescendiente continuaba su proceso de revuelta social contra la segregación étnica, siendo Rosa Parks, una de sus principales activistas, quien tuvo una participación fundamental en el logro de sus exigencias y a pesar de ello ha pasado desapercibida para los libros de historia.
Entre sus exigencias, las mujeres lograron que el entonces presidente John F. Kennedy en 1961, generara la Presidential Commission on the Status of Women (PCSW) para evaluar la situación de las mujeres en Estados Unidos y proponer políticas que ayudaran a mejorar sus condiciones sociales y económicas.
La PCSW ayudó a sentar las bases del movimiento de derechos de las mujeres en la década de 1960 y fue un paso importante en el avance hacia la igualdad de género en los Estados Unidos.
Fue presidida por Eleanor Roosevelt, quien investigó sobre las barreras que enfrentaban las mujeres en ámbitos como el empleo, la educación, la seguridad social y los derechos legales. En su informe final: American Women, la PCSW encontró puntos clave de atención.
- Igualdad de Oportunidades Laborales y justas para las mujeres, así como el establecimiento de políticas para eliminar la discriminación de género en el lugar de trabajo.
- Mejoras en la Educación y Capacitación, destacando cómo esto podría mejorar sus perspectivas de carrera y su seguridad económica
- Recomendaron modificar leyes para garantizar que las mujeres tuvieran los mismos derechos y protecciones que los hombres en cuanto a seguridad social, salarios y beneficios.
- Apoyo a las Madres Trabajadoras, como el acceso a servicios de cuidado infantil asequibles y permisos de maternidad pagados, para facilitar su participación en la fuerza laboral.
Ellas lucharon por esa liberación y vieron cómo su causa se lastimaba con la eliminación de fallo Rode vs Wade.
¿Por quiénes votarán las mujeres estadounidenses y cómo funciona este proceso?
Las votaciones anticipadas ya se han presentado hace un par de días y de acuerdo con información oficial, las mujeres fueron el sector que más ejerció este derecho, por ejemplo, Virginia, Carolina del Norte, Idaho, Michigan, Georgia y Colorado, ya se han registrado 7 millones 210 mil 168 votos, lo que representa el 54.1% de los votos emitidos. Mientras que los hombres tuvieron una tasa de participación del 43.3%.
Además de las elecciones presidenciales que ya se están gestando, los Estados Unidos están atravesando muchos otros cambios políticos, pues empata con las elecciones del Congreso de los Estados Unidos, recordando que este máximo órgano se conforma por el grupo de senadores y de miembros de la cámara de representantes. Se someterán a votación todas y cada una de las personas representantes, es decir 435 escaños, mientras que una tercera parte de las personas diputadas también serán votadas.
Ahora bien, ¿qué pasa con las elecciones presidenciales? De manera concreta, hay que recordar que el voto ciudadano -a diferencia de México-, no representa por completo una victoria, es decir, que aunque Kamala Harris obtenga una ventaja electoral, esto no le asegura nada, pues más arriba, se encuentra otro órgano: El Colegio Electoral.
Este Colegio Electoral se encuentra realizando el conteo estatal en las 48 entidades y una vez se tenga el número total, se determinará quién se llevó la mayoría del botín. Es decir, esta no es una votación voto por voto, sino entidad por entidad.
Aquel partido que obtenga la mayoría de los votos, entonces, se le dará todos los puntos de ese estado. Cada entidad cuenta con un número de «puntos» (votos electorales), por ejemplo, Dakota del Norte sólo representa 3, mientras que entidades de mayor tamaño como California puede dar 54 puntos o Texas 40. En total, se necesitan 270 puntos para llevarse la silla en la Casa Blanca.
Es decir, que si Kamala Harris logra una mayoría en sólo 4 estados: Texas, Nueva York, Florida y California, obtendría un total de 152 votos electorales lo que la dejaría a la mitad del camino. De ahí que se luche por ganar los «estados clave», pues estos pueden marcar una absoluta diferencia.
Por ejemplo, esto se vio en las elecciones 2016 Trump vs Hillary Clinton, pues aunque Clinton logró más de 3 millones votos que su rival, Trump se llevó la victoria. gracias a que se impuso en Estados clave y sumó los 270 «puntos» que exige el Colegio Electoral.
En un mapeo muy breve Cimacnoticias se centra en estas 4 entidades clave, su situación actual y cuántas mujeres votarán, pues su participación será clave para consagrar a la primera mujer presidenta.
- California: El estado estrella por ser el más poblado de Estados Unidos, contaba en 2021 con un 50.46% de población femenina y por supuesto, una alta concentración latinoamericana quienes representan el 40%. Considerado el muro «azul» por ser liberales y demócratas, la realidad es que el panorama resulta incierto, sin embargo, se vuelve a apuntar al enorme poder que tienen las mujeres latinas en esta entidad, pues de salir a emitir su voto, podrían otorgarle los 54 puntos libres a Harris.
- Texas: La segunda entidad más poblada de Estados Unidos, aquí habita una –ligeramente– una mayoría de mujeres con 10 millones 509 mil 318. En esta entidad está estrictamente prohibido realizar una interrupción legal del embarazo y se considera una de las entidades más restrictivas del país, y es que, Texas reluce por ser un bastión de los republicanos, pues desde 1994 los demócratas no conquistan el estado, dejando en duda, ¿las texanas harán la diferencia en pro de sus derechos sexuales y reproductivos?
- Florida: En Florida, las mujeres representan el 50.5% de la población y la comunidad latina representa el 27.4%. Esta entidad es conocida por ser completamente republicana y trumpista, sin embargo, el panorama podría cambiar luego de que un tema pusiera a los políticos republicanos en aprietos: El aborto. Desde el primero de mayo implementó restricciones muy violentas en contra del aborto lo que produjo la furia colectiva de las mujeres de Florida, lo que podría representar un atisbo de esperanza para que, por ahí, los demócratas puedan colarse.
Esto sin mencionar que cuenta con la mayoría puertorriqueña, una nacionalidad que rompió lazos con los republicanos luego de que el comediante Tony Hinchcliffe se refiriera a este país como «una isla de basura«, produciendo la rabia colectiva de este sector poblacional y el posicionamiento de muchos famosos de música urbana.
- Nueva York: En esta Ciudad habitan 4 millones 328 mil 541 personas, el 28% latina y el 51.8% son mujeres -es decir, la mayoría en esta ciudad son mujeres-. Esta entidad ha apoyado siempre las políticas liberales y al partido demócrata, de hecho la gobernadora de esta ciudad es una mujer del partido azul: Kathy Hochul. Lo que podría apuntar a que este bastión será clave para Kamala Harris.
Mientras todo este panorama se gesta, se espera que los resultados preliminares salgan esta misma noche, mientras que la versión confirmada por el Colegiado Electoral se dé a conocer los próximos días. Entre tanto, las urnas en los Estados Unidos están llenas y las expectativas de una primera mujer presidenta se mantienen latentes, mientras que la lucha por la Casa Blanca se mantiene reñida; la decisión transformadora, queda en manos de las mujeres, de las juventudes y de las comunidades racializadas.